Aprendí que todos los días deberías acercarte
y tocar a alguien.
La gente ama un cálido abrazo,
o simplemente una
palmada amistosa en la espalda.
Aprendí que aún tengo mucho que aprender
Aprendí que las personas olvidarán
lo que dijiste,
olvidarán lo que hiciste,
pero ellas nunca olvidarán
como las hiciste sentir.
Aprendí que a veces la vida
te da segunda oportunidades.