TELETON sigamos apoyando

Mi padre trabajaba en un centro psiquiátrico en el área de la cocina llamado Open Door, yo era una niña inquieta siempre iba a lugares que no debía. Un día fuimos con mi papa a donde estaban internado los niños, muchos de ellos abandonados por su familia, me llamo la atención que habían niños que se arrastraban en la tierra, tenían una cara alegre... otros gritaban y lloraban, me impacto mucho, yo no tenia mas de ocho años (hoy tengo 60 años), nos fuimos caminando a casa y mi papa trataba de explicar todo lo que había visto.

"Sabes muchos de estos niños son abandonados en este lugar por su familia, algunos pagan o les envían vestimenta, no los visitan, hay niños que  nacieron con malformaciones o inválidos, nadie se preocupo de enseñarles a hablar y solo se comunican con gritos, los mas inteligentes aprenden muchas cosas pero quizás nunca saldrán de aquí si no les ayuda su familia o alguien que los quiera."

Quede impactada por muchos tiempo, pasaron los años y una vez en la televisión se anuncio la primera Teleton en Chile, que iba en ayuda de los niños con problemas de movilidad. Cuando nos explicaron de que se trataba recordé lo que había visto años atrás, muchos no saben que importante a sido visibilizar esta realidad, ellos tenían derechos a una rehabilitación para ser integrados a la sociedad y tener las mis oportunidades de aquellos que eran "sanos". La sociedad los escondía como si tuvieran lepra.

Si no existiera la Teleton muchos de estos niños y sus familias no tendrían ninguna oportunidad.

Para atrás - para adelante

Como estuve algo enferma, los recuerdos pasaron por mi mente, algunos malos y otros buenos... agradables de recordar, a veces siento que el pasado a pesar de todo era muy simple, eras rico o pobre nada mas.

Mi padre trabajaba en el psiquiátrico en el área de la cocina, aun siento el olor de aquellas comidas que cocinaba, pero les cuento algo, me gustaba la comida de mi mamá, tenia ese sabor y su rico consomé... humm como lo extraño.

Cuando termino la segunda guerra mundial, Alemania decidió enviar a los soldados que se habían vuelto locos a diferentes países mientras ellos reconstruían su destruido país, ellos no los abandonaban simplemente se preocupaban de dejarlos donde podían estar tranquilos y bien cuidados, pagando todos sus gastos.

Ha veces sentía el silbido de un amigo y todo corríamos a ver, eramos todos niños, con mi hermana nos subíamos a una banca para mirar desde la casa hacia la calle, estaba cruzando el "para atrás-para delante" este personaje era un alemán que para nosotros era un gigante, que dos veces al mes cruzaba la calle para vender sus revistas europeas, era todo un espectáculo para nosotros pero no para los que conductores, pues caminaba cinco pasos y luego retrocedía tres, era un hombre grande muy europeo con su traje y su gorra, nosotros contábamos los pasos y aplaudíamos cuando terminaba de cruzar.

Que hermoso disfrutar de algo tan simple, pero que triste es ver lo que provoca la guerra.

 

Reflexiona

Nunca digas de esa

agua no beberé,

el camino es largo

y te puede dar sed.