Se nos va un año muy complicado, donde hemos tenido que ver la partida de tantas personas, vivir la angustia de las cuarentenas, la perdida de trabajo para muchos, aprendiendo a estar sin poder visitarnos, ni abrazarnos, la angustia de sentir que este túnel de incertidumbre no termina.
A veces tengo la sensación de sentirme vulnerable, dependiente de la voluntad de otros, nos creemos superiores y que nada nos vencerá, algunos culpan a Dios, dicen es una prueba que nos pone en nuestro camino, pero lo que ha sucedido no es un terremoto, un huracán o algo propio de la naturaleza, esto fue un virus creado y que muta, para lo cual aun no había cura, esto es una irresponsabilidad sin sentido de empatía, nadie midió las consecuencias de lo que esto podía traer para muchos, será que alguien esta jugando a ser Dios.
Pero también para muchos lo que ha sucedido es un reencuentro con la familia, creo que yo estoy en ese grupo pues he tenido que vivir con mi madre desde fines de marzo de este año, han habido momentos muy difíciles con ella pues yo deje mi casa hace casi treinta años y es muy diferente venir de visita a quedarse a vivir en ella. Lo peor estaba por venir mi marido tiene una enfermedad compleja que fue diagnosticada en pandemia. Y sigo pensando en Dios y cuestiono mi fe, pienso en que hice mal o bien que no hice, cuando se mueve el piso uno no piensa en el futuro, llegan los miedos y solo busco mantenerme tranquila, tratar de vivir cada momento cuidándome para evitar problemas mayores.
Siento que debemos dar gracias, pues estamos vivos a pesar de que muchos no se cuidan y no tienen empatía por los demás, se lee dramático pero al final debemos ver el vaso medio lleno, con la esperanza que vendrán tiempos mejores y confiando en aquellos que nos ayudaran a superar este virus.
Para este año 2021 solo les deseo buena
salud para cada uno de ustedes y sus
seres queridos, solo cuídense
y cuiden al que esta a tu lado.
