viernes, 12 de junio de 2009

¿Por qué a veces el Amor duele?




El Amor a veces duele porque nosotros lo permitimos. Es la naturaleza humana. El dolor es parte de la vida. Debemos aprender a manejar el dolor y la manera en que nos afecta. Cuando dos personas se encuentran en una relación hay tiempos buenos y malos, en este mundo tan complejo de las relaciones de pareja debemos disfrutar de los buenos momentos y aprender de los no tan buenos... lo importante es saber tomar decisiones si así es necesario no importando lo dolorosa que estas así sean.
Cuando sentimos y sabemos que hay alguien que nos ama de la misma forma que nosotros es algo maravilloso, vemos todo con más optimismo y esperanza. Pero a veces ponemos mucha fe en otras personas y, a continuación, cuando esa persona no esta a la altura de lo que esperamos o de las expectativas que tenemos entonces nace una enorme decepción y llega el dolor.





¿Por qué permitimos que otras personas controlen nuestras emociones?

Un corazón roto es realmente uno de los peores sentimientos en el mundo. Cuando encuentras ese amor tan especial y le das todo lo mejor de ti, solo esperas ser correspondido, pero si te sientes traicionado el dolor y la rabia es indescriptible. Sientes un gran dolor en la mitad de tu pecho y crees que jamás pasará. Te sientes tan mal! Y, a continuación, las lágrimas y el llanto en conjunto te invaden... solo debes dejar salir ese llanto hasta que te sientas más sereno y ya no tengas lágrimas. Tienes que aceptar todo lo que ha sucedido y, a continuación, sólo tiene que mirar en tu interior para encontrar la valentía y la fuerza necesaria para seguir adelante. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Es parte de la vida. Una cosa que tenemos que aprender es cuando una puerta se cierra hay tres más que se abren.

Pero saben todo sucede por una razón. Tenemos que aprender a ser fuerte y simplemente comprometernos con nosotros mismos a vivir con lo bueno y lo malo que nos depara la vida, sino fuera así seríamos unas personas amargadas y creo que nadie desee estar o sentirse así.



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